domingo, 29 de abril de 2012

Análisis: Realm of the Mad God


Descripción Oficial: Realm Of The Mad God es un juego de acción RPG masivo que te deja en el grueso de la lucha en un mundo abrumado por los monstruos. El juego cuenta con modo cooperativo online en un "mundo vivo" donde tendrás que combatir en tiempo real contra miles de enemigos, mejorando tu personaje, el equipo y la magia.

Web Oficial: RealmOfTheMadGod.com
Una vez probado, os daréis cuenta de que es un juego indie como muchos otros, con una conocída estética retro y pixelada que se ha puesto tan de moda en éstos últimos tiempos gracias a Minecraft. Sin duda tiene buenos puntos a su favor que lo hacen bastante entretenido, divertido en ciertos momentos y muy desquiciante en otros. Empezemos con el trailer oficial, y seguiremos avanzando.



Historia

En Realm of the Mad God nos veremos envueltos en la historia de un Dios maligno llamado "Oryx", el cual ha creado un ejercito de Minions o sirvientes para protegerle. Los humanos son los encargados de matarlo; lógicamente el problema reside en que el poder de este propio Mad God. Al comenzar nuestro personaje será un mago que ha sido apresado por Oryx y, tras avanzar por el "tutorial" del juego, derribar algunas puertas y matar a algunos enemigos, llegaremos al Nexus, un lugar de reunión y descanso para tí y los demás jugadores.

Lógicamente el objetivo del juego es sobrevivir ante tantos bichos correteando por todos los lados y matar a Oryx y, entre tanto y tanto, ir subiendo de nivel, mejorando equipamiento, ganando recomensas, completando quest y compartiendo palabras con los demás jugadores.


Primeras Impresiones.

Al comenzar a jugar nos encontramos con un sencillo tutorial en donde nos enseñan los movimientos básicos de nuestro personaje, cómo avanzar en el mapa y como matar a nuestros enemigos. Existe la posibilidad de saltarse éste tutorial, pero para ello tendremos que "toquetear" los botones en pantalla y adivinar cual sirve para tal cosa. Os recomendamos que completéis el tutorial, que no os llevará ni 5 minutos.

Nos damos cuenta de que nuestro personaje es un Mago, del cual no hemos podido personalizar ningún aspecto ni hemos podido escoger ninguna clase. Con el tiempo veremos que según avancemos de nivel con cada clase se irán desbloqueando otras.


Una vez aprendido lo esencial y pasado el tutorial, llegaremos al Nexus, un lugar de reunión y descanso para todos los jugadores. En el Nexus podremos ir a nuestro "banco" y guardar/coger objetos en nuestros baúles y si queremos podemos comprar objetos para nuestro personaje. Disponemos de 100 monedas que nos regala el juego para comprar lo que queramos, pero si queremos conseguir más monedas tendremos que pagar por ellas, literalmente, con dinero de verdad.


Posteriormente a todo ello, lo que tendremos que hacer es buscar al norte del Nexus portales a los diferentes mundos llenos de enemigos y más enemigos a los que tendremos que disparar sin cesar para ir ganando objetos y experiencia.


Personajes y Clases.

Como hemos dicho, nuestro primer personaje es un mago y, según consigamos obtener experiencia y subir de nivel iremos desbloqueando todas las clases del juego.


- Wizard: Personaje de Inicio
- Priest: nivel 5 Wizard
- Archer:  nivel 5 Priest
- Rogue: nivel 5 Archer
- Warrior: nivel 5 Rogue
- Knight: nivel 20 Warrior
- Paladin:  nivel 20 Priest y Knight
- Assassin:  nivel 20 Rogue y Wizard
- Necromancer: nivel 20 Priest y Wizard
- Huntress: nivel 20 Rogue y Archer
- Mystic:  nivel 20 Huntress y Necromancer
- Trickster: nviel 20 Assassin y Paladin
- Sorcerer: nivel 20 Necromancer y Assassin
Cada clase se diferencia de las demás en los "stats" de vida, magia, daño y defensa, así como en el equipo que puedes usar y en el tipo de "habilidad especial" de la que dispone.
 




















La jugabilidad de cada clase varía escasamente. No encontramos grandes diferencias, más que el daño de cada una de ellas y las diferentes "habilidades especiales" de cada jugador. Realmente tenemos dos formas de atacar a nuestros enemigos, el típico disparo automático a distancia, que podrá hacer más o menos daño según la clase que usemos y el equipo que llevemos y por otra parte la "habilidad especial", la cual a veces nos servirá para atacar en área, a veces para curarnos, hacernos invisibles, curar a los demás jugadores cercanos, etc. Como hemos dicho, varía según cada clase.

A parte de éstas peculiaridades el juego es bastante sistemático y monótono, lo cual hace que muchas veces nos preguntemos qué sentido tiene seguir desbloqueando clases, o incluso seguir jugando para aumentar nuestro nivel.

Análisis Final

Realm of the Mad God es una mezcla entre los clásicos RPG en 2D y algunas pinceladas de MMO, donde nunca tendrás un objetivo concreto más que el de matar a todo bicho viviente que te encuentres y mejorar poco a poco la experiencia y el equipo de tus personajes, para seguir disparando a más enemigos.

No hay un sistema de misiones aunque sí encontrarás a lo largo de los mundos una serie de "mini-misiones", las cuales como os podéis imaginar no consistiran en otra cosa que en matar a algun enemigo más o menos dificil, el cual nos dará (quizás) mejores recompensas y algo más de experiencia.

La jugabilidad es bastante limitada dado que aunque consigas desbloquear las diferentes clases no encontraremos grandes diferencias en el modo de juego, ataques y/o defensas y el sistema de misiones será siempre el mismo.

La estética del juego es en la mayoría de ocasiones agradable y hasta divertida, pero por desgracia hay varios aspectos muy poco ciudados. En algunas zonas éste curioso aspecto se convierte en unos simples colores planos sin detalle y nos da la sensación de haber retrocedido muchos años en cuanto a originalidad se refiere.

Por último nos gustaría comentar la tan atrayente "banda sonora" de éste juego, la cual podrás disfrutar cada minuto que pases jugando en cualquiera de los mundos, en el Nexus o incluso en la pantalla de presentación. La amarás o la odiarás, pero posiblemente termine por desquiziarte.

En resumen, muy entretenido pero sin llegar a sorprender en ningún momento. Suficiente como para entretenerte en los ratos aburridos.

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